
Hasta 1859 el Carménère se producía únicamente en los terroirs de Burdeos, en Francia, pero siempre fue considerada como una cepa muy propensa a los ataques de diferentes plagas. Al año siguiente, un parásito de la vid llamado Filoxera la contaminó y provocó su extinción.
Más de 135 años pasaron, hasta que el ampelógrafo francés, Jean Michel Boursiquot, caminando por los viñedos de Viña Carmen, ubicados en Alto Jahuel, Valle del Maipo, descubrió que lo que se pensaba como Merlot era en realidad Carménère. El experto reconoció la cepa debido a que era plena época de floración. Se fijó en los brotes de las hojas y se dio cuenta de la pigmentación rojo-naranja.
El redescubrimiento fue un suceso enológico de gran relevancia en el mundo, que marcó un antes y un después en la industria vitivinícola. Tras este hallazgo, Viña Carmen se transformó en impulsora del desarrollo del Carménère en Chile y comenzó a comercializar el producto como la “variedad perdida de Burdeos que nadie más tenía”. De aquel redescubrimiento ya han pasado 25 años.
“Re-descubrir el Carménère en Chile tuvo una relevancia enorme en la historia del vino nacional. Estos 25 años han sido claves para lograr un entendimiento de la variedad; es caprichosa y exigente en cuanto a las condiciones del lugar para dar calidad. Ya con varios años de experiencia y siendo el país que más produce esta variedad a nivel mundial, podemos decir que estamos haciendo Carménère con carácter e identidad que son parte del ADN del vino chileno”, destaca Emily Faulconer, Enóloga de Viña Carmen.
LAS CIFRAS DETRÁS DE LA CEPA
Chile actualmente tiene el liderazgo a nivel mundial de superficie plantadas de Carménère con cerca de 10.250 hectáreas, etiquetando el mayor número de botellas con esta variedad. Hoy el Carménère se posiciona como la cuarta cepa más plantada en Chile, según el catastro vitícola elaborado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), donde las hectáreas de esta cepa corresponden a un 7,5% del total de la plantación nacional.
Asimismo, en 10 años (2007-2017), la plantación de Carménère en Chile creció un 41% y la mayor concentración territorial dedicada al cultivo de esta cepa se encuentra en los valles centrales de Chile, especialmente en las regiones de O’Higgins, del Maule y Metropolitana.
EL VINO QUE CONMEMORA EL ANIVERSARIO
Inspirados por esta celebración, Viña Carmen ha lanzado un segundo vino en conmemoración a este hito, llamado V Lustros (la versión anterior fue por los 20 años del redescubrimiento, llamado IIII Lustros). El nombre se debe por la quinta celebración de un “lustro”, un período de cinco años. Proveniente de Apalta, este vino elaborado por Emily Faulconer, es de color rojo carmín de gran profundidad.
“Es concentrado y viscoso. En nariz es elegante y fresco con capas dominadas por fruta negra y azul, apareciendo guinda negra que se mezcla con notas especiadas dulces, tierra húmeda con toques de cacao, grafito y tabaco. En boca es amplio y de gran volumen, su ataque es de gran sedosidad cubriendo el paladar de taninos amables y aterciopelados. En el medio de boca aparece la fruta madura y su vivacidad dejando un vino de gran expresión varietal y una larga persistencia”, comenta Faulconer. El vino cuenta con un precio sugerido de $8.990